Rincones, rutinas, normas y materiales
Las primeras semanas fueron de contacto y de adaptación al nuevo espacio, observando las necesidades del grupo, ajustando horarios e introduciendo rutinas, siempre acompañándolas de canciones y gestos que les ayudan a interiorizarlas y recordarlas. Surgieron las primeras normas conocidas ya por algunos/as pero a veces olvidadas.
En las siguientes semanas notamos ya preferencias de algunos/as por determinados juegos con diversos materiales, que repetían una y otra vez hasta conseguir el dominio en su ejecución. Tanto que el trinomio de Montessori, uno de los materiales de la clase de más difícil ejecución, que se construye como un puzle en tres dimensiones, ha sido uno de los más utilizados. Una y otra vez los niños de 3, 4 y 5 años lo deshacen y lo intentan reconstruir. Algunos ya con cierta facilidad.
Surgieron nuevas propuestas además de la expresión plástica, de la música y movimiento, de los talleres de arcilla, pintura, ciencia, cocina.
Algunos se interesan por las lanas: por hacer ovillos, trenzas, cordones enroscados…, el engarzar también les llama mucho la atención y en seguida se les ocurre hacer alguna pulsera para regalar a alguien muy especial.
En el patio, siguen viviendo sus aventuras sin parar. Los más pequeños investigando y los mayores además, dando vueltas y vueltas a la casa en sus motos y camiones, imaginándose varias historias que siguen en el columpio o en el arenero. Y cuando llueve: ¡La aventura total!